Domingo 3 de marzo de 2024
¿Qué tienen en común la cantante estadunidense Nina Simone, el filósofo francés Jean Jacques Rousseau y la jubilada argentina Mirta? Parece un chiste pero no lo es, como muchas otras cosas que se dicen en estos días. Una de las cosas que comparten (seguramente haya muchas más) es que pensaron en la libertad en términos bastante parecidos. Nina, desde su vida difícil y como parte de la población negra de Estados Unidos en el siglo XX, afirmó en una famosa entrevista que la libertad es no tener miedo. Jean Jacques, desde su vida difícil y como parte de los pensadores que reflexionaron sobre la naturaleza humana, la política y la sociedad en el siglo XVIII, planteó que el contrato social tiene como fin la preservación de los contratantes sin coartar sus libertades. Mirta, desde su vida difícil y como parte de los millones de televidentes del discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso ante la Asamblea Legislativa en la noche del viernes, se pregunta sobre su propia libertad mientras el presidente de la Nación repite una y otra vez que su única misión es luchar por la libertad de todos los argentinos y la convocatoria a un nuevo pacto social ¿Cómo puede ser libre si cada vez tiene menos posibilidad de tomar decisiones gracias a las medidas que toma el gobierno nacional? ¿Es libertad verse obligada a elegir entre darles de comer a sus hijos con discapacidad y comprar sus propios medicamentos? ¿Es libre si el Estado, en nombre de la libertad, le quita dinero del bolsillo y la deja desamparada? ¿Es libre si tiene hambre? ¿Es libre si no puede manifestarse para reclamar lo que le están quitando?
En el discurso presidencial, la libertad en salud es poder elegir a qué obra social o empresa de medicina prepaga derivan sus aportes quienes tienen trabajo registrado. Eso tiene al menos dos inconvenientes: primero, esa “libertad” es sólo para una parte de la población: no sólo hay que tener trabajo registrado sino también ingresos y salud suficientes como para resultar elegible. Casi parece que la libertad de elección es la que tienen las empresas de aceptar o no a sus potenciales clientes. Segundo, y mucho más importante, cabría preguntarse si la salud no debería incluirse, junto a la seguridad, entre las herramientas con las que cuenta el Estado para garantizar la preservación de su ciudadanía. El acceso a la salud sería entonces una condición para la libertad. Someterla a las leyes del mercado, la vulnera. Se llega a la aparente contradicción en la que la libertad vulnera la libertad.
También en tren de contradicciones, el jefe de Gobierno porteño anunció el miércoles un nuevo protocolo de intervención en salud mental. Si bien la alocución estuvo plagada de críticas a la ley nacional de salud mental (y no hizo referencia a la ley propia de la ciudad, que tiene el mismo espíritu y es muy anterior), lo que se presentó es una forma pertinente de cumplir con ella. Exactamente como indica el artículo 20 de la ley, un equipo interdisciplinario de un hospital general deberá evaluar a la persona con padecimiento mental que se encuentre en crisis. En caso de considerar que presente riesgo cierto o inminente para sí o para otras personas, se indicará su internación involuntaria. Si no, se continuará el abordaje ambulatoriamente. Más allá del desconocimiento de la norma y del espíritu discriminatorio hacia las personas en situación de calle, esto podría representar un avance en la implementación de la ley y una mejora en el acceso a la salud mental para la población de la capital federal.
Desde la Provincia de Buenos Aires se avanzó con la táctica para fortalecer la fuerza laboral en salud, en particular en las especialidades médicas consideradas críticas por la disminución de profesionales que quieran ejercerlas observada en los últimos años. El miércoles se realizó la adjudicación de las pre-residencias, un programa de becas de capacitación de seis meses dirigido a médicxs recién recibidxs que tengan interés por dedicarse a Clínica Médica, Medicina General, Neonatología, Pediatría, Psiquiatría, Psiquiatría Infanto-juvenil, Terapia Intensiva Pediátrica o de Adultos. Se cubrieron prácticamente todos los puestos ofrecidos.
Desde este mes comenzará a aplicarse a personas gestantes, como parte del Calendario Nacional de Vacunación, la vacuna contra el virus sincicial respiratorio, principal causante de la bronquiolitis en niños menores de un año. La decisión de incluirla no fue del actual gobierno sino que constituyó una de las últimas medidas de la gestión anterior en el Ministerio de Salud de la Nación.
Como todas las semanas, siguen creciendo los casos de dengue y todavía no se convoca a una reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), continúa el desguace del sistema científico y tecnológico argentino y se profundiza la crisis presupuestaria en las universidades nacionales. A eso se le añade la restricción del derecho a la información consecuencia del cierre de la agencia nacional de noticias TELAM y la prohibición del uso del lenguaje inclusivo y de “todo lo relacionado con la perspectiva de género” en la administración pública nacional para dejar claro que la definición de libertad que utiliza este gobierno es por lo menos sui generis.
Leonel Tesler es médico especialista en psiquiatría infanto-juvenil. Presidente de Fundación Soberanía Sanitaria y Director del Departamento de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad Nacional de José C. Paz.