Un sistema alimentario sostenible, para una longevidad saludable

Mural en Cerdeña, Sara Ledda.

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¿Por qué hay lugares en el mundo donde sus habitantes viven más de cien años? ¿Recetas mágicas? No. Modelos de producción alimentaria sustentables: moldean hábitos y determinan la salud y expectativa de vida de los pueblos.

Las zonas con mayor cantidad de longevos fueron investigadas por un grupo de antropólogos y gerontólogos, quienes identificaron a la isla de Cerdeña como una de las principales poblaciones con personas mayores a 100 años. En casi todas partes del mundo, por cada hombre que llega a los 100 años hay cinco mujeres que alcanzan esa edad. Sin embargo, en Cerdeña, la proporción es uno a uno (Sardegna, 2022). Se debe a que los hombres evitan por más tiempo las cardiopatías, en mejores tasas que los de otras partes del mundo. La relación entre la alimentación y los hábitos de vida en entornos naturales, fueron los primeros ejes de las investigaciones para explicar este fenómeno de longevidad y envejecimiento saludable. 

Cerdeña es una ciudad agroforestal, con un sistema de producción denominado agrosilvicultura. Es un modelo productivo que configura una estructura económico social que determina hábitos de vida que impactan directamente en la salud de su población y expectativa de vida.

La agrosilvicultura es una práctica ancestral que otros territorios europeos abandonaron con la llegada del monocultivo y de las biotecnologías. Integra árboles, ganado y pastos en una misma unidad productiva, no utiliza pesticidas ni semillas modificadas genéticamente. Cerdeña además posee leyes de mantenimiento de parques, incentivos fiscales para el fomento del consumo de frutas y verduras producidas localmente, y regula la dispersión urbana. Su alimentación se basa en los productos de ganadería y agricultura producidos por los propios habitantes. Mediante pautas de cultivo afines a los ciclos de la naturaleza protegen los suelos, la flora y la fauna, los efectos sobre el microclima, permite el reciclaje de nutrientes y la diversificación de la producción de alimentos. 

El modelo de producción agroindustrial, por el contrario, genera y agrava el cambio climático, conlleva a aumentos en el nivel de polución del aire y a fenómenos climáticos extremos. Las consecuencias son cada vez más visibles en el medio ambiente y la salud. Es más común la escasez de agua, los desplazamientos forzados de personas, el cambio en los patrones de enfermedades infecciosas, las enfermedades neurodegenerativas y cánceres por la utilización de agrotóxicos y el creciente escenario alarmante por la sobreproducción industrial de plásticos convirtiéndose este en un compuesto ubicuo en ecosistemas terrestres y marinos con potenciales repercusiones en la salud humana.

La llamada teoría mitocondrial del envejecimiento nos permite entender la relación del envejecimiento celular y el estrés oxidativo crónico producido por un medio ambiente tóxico. El envejecimiento se debe a la acción de los radicales libres sobre el genoma mitocondrial de las células (Miguel, 2006). El daño al ADN mitocondrial causa deleciones y mutaciones que contribuyen a la aparición de enfermedades neurodegenerativas. Existen enzimas reparadoras del ADN que son capaces de eliminar lesiones oxidativas, pero no todas y se acumulan con la edad (Salido, 2002). Estos mecanismos de daño celular están implicados en la fisiopatología de las enfermedades producidas tanto por los agrotóxicos como los microplásticos y otros contaminantes ambientales. 

La alta presencia de microplásticos en la cadena alimenticia, así como en el agua dulce, el agua potable y el aire representan un problema emergente para la salud y ha llevado a la Organización Panamericana de la Salud a ubicarlos en la lista de los determinantes ambientales de la salud. Anualmente se producen 430 millones de toneladas de plástico que son mal gestionados a nivel global (ONU, 2023).  Los microplásticos son diminutas partículas, menores a 5 milímetros, compuestas de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos. Se originan de varias fuentes, como la degradación de productos plásticos más grandes, cosméticos y productos de limpieza, la abrasión de neumáticos, el desgaste de textiles sintéticos, cigarrillos, la quema de basuras y fugas en fábricas. Los nanoplásticos son aún más pequeños, miden menos de 0.1 micrómetros. Pueden surgir por la degradación adicional de microplásticos o ser creados intencionalmente en procesos industriales. 

El medio acuático es el más contaminado, el lavado de textiles sintéticos es la principal fuente de microplásticos en los océanos del mundo (Li, 2016). Al ser ingeridos por la vida marina provocan efectos tóxicos y mecánicos, lo que da lugar a cambios de comportamiento y a la alteración genética en el animal. De esta manera los microplásticos invaden la cadena alimentaria humana a través de los mariscos y otros peces de consumo. Las personas también pueden inhalar microplásticos del aire, ingerirlos del agua y absorberlos a través de la piel. 

El principal mecanismo nocivo es el estrés oxidativo por la acumulación de radicales libres, lo que acelera el envejecimiento celular y contribuye al desarrollo de enfermedades. También actúan como disruptores endocrinos, pudiendo interferir con la reproducción. (ICM, 2020). Los microplásticos son vectores de otros compuestos químicos, adicionados durante su fabricación para conferir ciertas propiedades. Entre los aditivos, lo más conocidos y estudiados son los ftalatos, que los hacen más maleables, el bisfenol A, o los retardantes de la llama, para retardar el desarrollo del encendido. Se concentran en mayor medida en plásticos como PVC, polietileno o poliestireno (Koelmans, 2015). Estos aditivos también están presentes en los alimentos cultivados con pesticidas y que pasan por fases de industrialización en las que se les añaden bisfenol A, ftalatos, y metales. En dosis bajas y crónicas perturban el desarrollo de los individuos y ocasionan alteraciones en el sistema nervioso e inmunitario (Montenegro, 2009). 

El consumo de alimentos de producción agroindustrial fue estudiado por Bohn, quien comparó la calidad nutricional de un alimento orgánico con uno de cultivo industrial. Los cultivos orgánicos resultaron tener un perfil nutricional más sano por tener más proteínas, vitaminas, menos grasas saturadas y ningún residuo de pesticidas. (Bohn, 2014). 

Los pesticidas como el glifosato, sustituyen las glicinas en el receptor de insulina generando Diabetes tipo II. Mediante la acumulación a lo largo de la vida en el tejido graso, actúa sustituyendo al aminoácido glicina en la síntesis de proteínas de funciones vitales, produciendo aumento de las enfermedades debilitantes como el parkinsonismo. En dosis bajas y continuas están implicados en la formación de micronúcleos que se corresponden con material genético no incorporado durante la división, relacionados a los procesos cancerosos (Seneff, 2017).

En el año 2021, en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, de la cual Argentina formó parte, se determinó como meta reducir las enfermedades y defunciones evitables debidas a la alimentación industrial por medio del cambio global en el modo de producir y consumir alimentos, mediante modelos productivos sustentables con el medio ambiente, constituyendo la base del programa mundial de Objetivos de Desarrollo Sostenible. Transformar el sistema alimentario y agrícola para responder a las crisis económico-sociales, sanitarias y ecológicas, requiere del avance de la agroecología como estrategia para el desarrollo integrado. 

Desarrollar un modelo sostenible implica la planificación de una economía social con preservación del medio ambiente, el desarrollo de tecnologías limpias, una apropiación sociocultural de la naturaleza y la democratización y participación local logrando satisfacer las necesidades básicas con mayor equidad social. 

La longevidad alcanzada por las personas mayores de Cerdeña nos invita a considerar el modelo de agrosilvicultura como una alternativa de organización productiva, económica y sociocultural que promueve la longevidad y el envejecimiento activo y saludable. Mediante la agricultura sustentable se logró generar una gran diversidad de alimentos con una mayor composición de vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes. La mayor presencia de estos componentes ha contribuido a los mecanismos naturales de protección ante los radicales libres y la ausencia de residuos tóxicos en los alimentos es una fuente menor de exposición al daño celular, al cual se expone el resto de la población mundial. 

 

Referencias

  • Bohn, T. (2014). Compositional differences in soybeans on the market: glyphosate accumulates in roundup ready GM soybeans.
  • Chevallier, L. (2013). El libro antitóxico. Ediciones B
  • ICM (2020). Los aditivos plásticos producen estrés oxidativo en células humanas y animales. https://www.icm.csic.es/es/noticia/los-aditivos-plasticos-producen-estres-oxidativo-en-celulas-humanas-y-animales
  • Koelmans AA, Bakir A, Burton GA, Janssen CR. (2015). Microplastic as a Vector for Chemicals in the Aquatic Environment: Critical Review and Model-Supported Reinterpretation of Empirical Studies.
  • Li WC (2016). Plastic waste in the marine environment: A review of sources, occurrence and effects. Sci Total Environ. 2016;566-567:333-49.
  • Miguel, J. (2006). Integración de teorías del envejecimiento. Revista Española de Geriatría y Gerontología.
  • Montenegro, R. (2009). Informe sobre los efectos de los plaguicidas en la salud humana y el ambiente. Ed. FUNAM y Cátedra de Biología Evolutiva Humana.
  • OMS. (2015). Informe mundial sobre el envejecimiento y salud.
  • OMS. (2021). La OMS insta a los gobiernos a fomentar la alimentación saludable en los establecimientos públicos.
  • ONU (2023) Microplásticos.
    https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/microplasticos-consecuencias-historicas-de-la-contaminacion-por
  • OPS (2023) Expertos discuten el impacto de los microplásticos en la salud y alertan del aumento de su propagación.
    Sardegna. (2022). Región. De: http://www.regione.sardegna.it/
  • Salido, F. (2002). Influencia de los radicales libres en el envejecimiento celular.
  • Seneff, S. (2017). Glyphosate and Anencephaly: Death by A Thousand Cuts.

 

Vanesa Rosales de la Quintana es médica egresada de la U.B.A. Especialista en medicina familiar. Especialista en envejecimiento activo y saludable de las personas mayores. UNDAV. Geriatría y Gerontología U.B.A.  Diplomada en Desarrollo Sostenible. UTN. Autora del libro “Consecuencias del modelo agroindustrial en la salud-agrotóxicos” (2022).
@drarosalesdelaquintana