En el año 2013, Martina, a sus 7 años de edad perdió a su papá a raíz de una enfermedad poco frecuente. Conmovida por ese suceso, comenzó a preguntarse qué podría hacer ella para ayudar a quienes están enfermos. En esta búsqueda, descubrió la posibilidad de donar cabello para aquellos niños que se encuentran en tratamiento oncológico.
Ilusionada con la idea de poder ayudar, me pidió participar activamente de esta causa. Y así fue que la primera foto de Martina en las redes sociales con su pelo cortado en la mano causó una gran conmoción en familiares y amigos. Contagiados por el entusiasmo de Martina, muchos de ellos comenzaron a consultarnos cómo podían sumarse.
Al principio enviábamos los cabellos a una Fundación en Mar del Plata que, desafortunadamente, tiempo después cerró. Pero dejarnos abatir por el desánimo no era parte del plan: encontramos en Dona Cabello Argentina de Baradero, Buenos Aires, un nuevo destino para nuestra iniciativa.
En el año 2017, Walter Vuoto, intendente de la Ciudad de Ushuaia, rompiendo con los estereotipos de belleza y dejando de lado la elección de La Reina, propuso elegir como embajador y embajadora de la Ciudad a vecinos que llevaran adelante tareas desinteresadas. Es así como, de manera anónima, varios vecinos nos propusieron como candidatas, con el anhelo de facilitarnos la posibilidad de llevar nuestro mensaje a otros lugares. Con Martina fuimos elegidas por el voto popular. Contamos esta historia -que hasta entonces habíamos llevado puertas adentro- para sanarnos nosotras, para seguir adelante con un dolor agridulce, para sobrevivir al dolor de la falta de nuestros seres amados, dándole a la vida el “sentido” que tanto buscábamos.
Al convertirnos en embajadoras, se abrieron muchas nuevas puertas. Vecinos sumamente solícitos y un municipio dispuesto a apoyar el sueño de Martina: confeccionar las pelucas en Tierra del Fuego para cubrir las necesidades de nuestras mujeres y niños. Así fue, que en articulación con el municipio y distintos entes provinciales logramos traer a cinco mujeres de Baradero para que nos enseñaran a confeccionar pelucas, obteniendo el mejor de los resultados. Conformamos de esta manera nuestra agrupación independiente: “Dar+ Pelucas oncológicas Tierra del Fuego”. Hoy cubrimos las necesidades y demandas de pelucas de casi toda la Patagonia.
Esta es nuestra historia, desde su nacimiento. Siempre hemos pedido colaboración y nos han respondido con buena vibra y mucho amor. Y como seguimos trabajando en este proyecto incansablemente, siempre estamos necesitando ayuda; desde tela hasta máquinas de coser. Pero no decaemos, porque el amor al otro siempre es lo primero